5 PASOS PARA INCREMENTAR TU FORTALEZA MENTAL

Tengo la fortuna de trabajar con atletas de diferentes niveles, equipos, y personas de diversas edades con diferentes situaciones de vida. Una de las ventajas de hacer esto es que me ha permitido darme cuenta que, no importa cuanto tiempo tienes entrenando, en qué nivel estás, qué deporte practicas, o cuál es tu situación de vida, todos pasamos por las mismas situaciones mentales y todos podemos incrementar nuestra fortaleza mental y resiliencia de la misma manera: con la práctica diaria. Hay cinco puntos en particular que pueden servirnos y que aquí te comparto:

1) Controla lo que está bajo tu control: Este es el punto más importante -no solo para el deporte- sino para nuestra vida. Si nos enfocamos en lo que no está bajo nuestro control (el clima, el resultado de lo que estamos por emprender, lo que otros hacen, lo que otros piensan...) solo estaremos desperdiciando nuestra energía. Es como tirar dinero a la basura. Las cosas fuera de nuestro control hay que dejarlas ir. Si estás en medio del tráfico cuando vas a tu trabajo y vas a llegar tarde, no hay absolutamente nada que puedas hacer al respecto (quizá hablar por teléfono y avisar que llegarás tarde), pero no puedes hacer nada en ese momento para que el tráfico se mueva más rápido. Enojarte por estar en una situación que no puedes cambiar no va a cambiar la situación, solo te hará ponerte de mal humor y frustrarte. ¿Vale la pena? Igual que esto, lo que otros piensan de ti no puedes cambiarlo, como no puedes cambiar el clima o el cómo te sientes físicamente en este momento. Puedes prevenir para el futuro pero en este momento no puedes cambiar la situación así que lo mejor es dejar ir lo que no está dentro de nuestro control y enfocarnos a lo que si está. Esto nos lleva al siguiente punto:

2) Enfócate en el proceso: Si nos enfocamos en los resultados estaremos nuevamente enfocándonos en algo fuera de nuestro control. Para poder tener un buen resultado (en lo que sea) es importante enfocarse en los pasos que tenemos que dar para llegar ahí. Piensa en lo que tienes que mejorar que esté dentro de tu control y enfócate en hacerlo de la manera correcta.

3) Siente tu cuerpo: Con esto me refiero a que hagas una exploración mental del mismo, que veas si hay tensión en alguna parte del mismo (yo tiendo a contraer los hombros no solo cuando corro sino cuando escribo en la computadora, cuando manejo y a veces hasta cuando estoy parada) y que aprendas a relajarlo. Un cuerpo relajado te ayudará a llegar más lejos y a correr más rápido.

4) Vigila tus pensamientos: ¿Sabes que nuestra mente tiene algo así como 200mil pensamientos por segundo? Pero solo podemos enfocarnos en uno a la vez. La cosa es que por lo general nos enfocamos en el mismo una y otra vez y nos olvidamos que tenemos un catálogo enorme de pensamientos de los que podemos escoger. Si nos enfocamos en el pensamiento correcto (positivo) esto está perfecto, el problema está cuando nos enfocamos en pensamientos que no nos sirven ("esto está difícil", "estoy cansado", "no puedo"...) y seguimos reforzándolos cada vez que tenemos una situación difícil o retadora. Recuerda que mientras más repetimos el mismo pensamiento, más fuerte se hace y más nos olvidaremos que tenemos opciones de otros pensamientos para elegir.

En vez de pensar "estoy cansado" elige "estoy trabajando fuerte y ya descansaré cuando acabe". En vez de pensar "no puedo" elige "no he podido AÚN pero ya estoy en camino de poder"

5) Vigila tu auto-diálogo: justo como con los pensamientos, es importante que tengamos un diálogo positivo con nosotros mismos. Lo que nos decimos, nos creemos y se convierte en nuestra realidad. ¿Tu le dirías a la persona que más quieres "ni lo intentes, seguro no podrás"? ¿Entonces por qué te lo dices a ti?. Vigila las palabras con las que te hablas a ti mismo y asegurarte que sea un diálogo positivo, motivador y que te ayude a creer en ti mismo y a ser la mejor versión de ti.

Te invito a que utilices estas técnicas esta semana y escribas en tu libreta o diario de confianza (y si no tienes uno que ¡empieza uno!) como se van sintiendo y los cambios que vayan notando.